6/08/2004

las tardes se tuercen


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las tardes se tuercen por las curvas melancólicas
de los recuerdos olvidados
que todavía están por llegar

los muertos rellenos de pinos hambrientos
ciegos de mentiras y barro
asoman sus raíces entre las rocas moradas

¿qué es lo que perseguimos con tanto afán
entre coces y tierras yermas
si nuestra insistencia lo hace inalcanzable?

mientras la lucha por la propia verdad
rebozada con los efluvios de la sociedad espectacular
nos aleja del esfuerzo colectivo

¿qué sentido tiene la falsa libertad
del solamente sabernos vivos
si con ello perpetuamos la esclavitud de nustros hijos?

los tronchos de los pinos caídos me sonríen
como para darme la razón mutilada
del gozo en la revancha de los inadaptados

6/04/2004

Óleo de Mujer con Sombrero

Yo también la escuché unos cientos......



Una mujer se ha perdido

conocer el delirio y el polvo,

se ha perdido esta bella locura,

su breve cintura debajo de mí.

Se ha perdido mi forma de amar,

se ha perdido mi huella en su mar.

Veo una luz que vacila

y promete dejarnos a oscuras.

Veo un perro ladrando a la luna

con otra figura que recuerda a mí.

Veo más: veo que no me halló.

Veo más: veo que se perdió.

Una mujer innombrable

huye como una gaviota

y yo rápido seco mis botas,

blasfemo una nota y apago el reloj.

Que me tenga cuidado el amor,

que le puedo cantar su canción.


La cobardía es asunto

de los hombres, no de los amantes.

Los amores cobardes no llegan a amores,

ni a historias, se quedan allí.

Ni el recuerdo los puede salvar,

ni el mejor orador conjugar.

Una mujer con sombrero,

como un cuadro del viejo Chagall,

corrompiéndome al centro del miedo

y yo, que no soy bueno, me puse a llorar.

Pero entonces lloraba por mí,

y ahora lloro por verla morir.