4/22/2004

Me lo dijo mi compadre Sergi

Mi compadre Sergi me acaba de hacer llegar unos fragmentos literarios de aquellos que hacen cambiar los muebles de esa habitación que todos tenemos en lo más profundo de nuestras "cabesitas". Allá va:

El árbol de los amigos

" Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse
cruzado en nuestro camino. Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar,
mas otras apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de
ellos. Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos. El primero que nace del
brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá, que nos muestra lo que es la vida. Después
vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como
nosotros. Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.
Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro
camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón. Son sinceros, son
verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz. Y a veces uno de esos
amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado un amigo enamorado. Ese da brillo
a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies. Mas también hay de aquellos
amigos por un tiempo, tal vez unas Vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar
muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca. Hablando de cerca, no
podemos olvidar a amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el
viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra. El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se
aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen
por muchas estaciones. Pero lo que nos deja mas felices es que las que cayeron continúan cerca,
alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se
cruzaron en nuestro camino. Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad. Hoy
y siempre. Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un
poco de si y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevaran mucho, pero no habrá de los que
no nos dejaran nada. Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que
Dos almas no se encuentran por casualidad. "

Jorge Luis Borges (Argentina, 1899-1986)

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio